SOBRE “LA GUERRA DE DOS ZONAS” DE ANTONIO APONTE
Sergio Briceño García
Pido la palabra para dar mi humilde opinión sobre el contenido de la columna “Un Grano de Maíz” publicada en el Diario VEA el sábado 30 de enero. Cuando leí la prestigiosa publicación pensé que si Antonio Aponte lo dice por qué no puedo opinar yo también lo mismo. Así debe haberse sentido Arístóbulo Istúriz al aludir a Rafael Caldera quien lo había precedido, con aquel histórico discurso pronunciado en el Congreso Nacional después de la rebelión militar, del 4 de febrero de 1992. Sólo quiero expresar, con este ejemplo, que uno se desinhibe para opinar cuando lee un análisis político con la claridad del escrito antes mencionado. Si alguna duda queda sobre el artículo referido, ahora si es verdad que no hay más nada que decir con lo que el mismo Antonio Aponte escribe en la misma columna, hoy domingo 30 de febrero, con el título “S ALVEMOS AL SOCIALISMO, EVITEMOS DISTRACCIÓN”
La línea política del PCV en el año 58 se equivocó al sacrificar la lucha revolucionaria por el coco del los golpes de Estado. Se subestimó el poder de las masas unida con los sectores más progresistas de las fuerzas armadas como ocurrió al no apoyarse al Coronel Hugo Trejo quien fue sacado del país dejándose huérfana a la juventud militar. Era la época en que Rómulo Betancourt se metía a los comunistas en el bolsillo. La política correcta de haber apoyado la unión cívico militar revolucionaria, en ese momento, hubiera producido desde el año 59 el salto histórico que ahora sí ocurrió con Chávez. En las actuales condiciones es imposible que se repita en Venezuela lo ocurrido en Honduras porque allá no se había producido ningún salto histórico ni aquí antes del 13 de abril del 2002. Coincido plenamente con Antonio Aponte cuando afirma que el peligro principal para la revolución en este momento es la línea política errada que se resume en el titular de la Agencia Bolivariana de Noticias: “Gobierno y empresarios se alían para construir modelo productivo socialista”
En el año 58 el rector de la política de izquierda, sin lugar a dudas el PCV, perdió de vista la línea política correcta al aceptar a los empresarios, recuérdese al capitalista Eugenio Mendoza padre, como aliados para construir la democracia al mismo tiempo que se permitía la exclusión del poder de la Junta Patriótica presidida por Fabricio Ojeda con lo cual se favorecía la consolidación de la democracia burguesa. Este escribidor piensa que el imperialismo no confía en los militares ni en los partidos desacreditados de la derecha venezolana, incapaces de sacar a Chávez del poder por ninguna vía. Éstos, por supuesto, no dejan de ser el enemigo principal y no hay que subestimarlos porque no hay enemigo pequeño. Peroel peligro principal de la revolución es la línea política equivocada de meter a los capitalistas en la construcción del socialismo. Hoy escuché, por Aló Presidente, al Comandante Chávez hablar muy tímidamente sobre el tema aunque en términos muy positivos. Dijo que los empresarios capitalistas que van a ser financiados con el dólar barato y con créditos del Estado, para la sustitución de importaciones y las exportaciones, tendrán que presentar algo así como proyectos de propiedad social y de distribución socialista. Estoy tan confundido que ahora sí me van a tener que explicar, desde el principio, cómo vamos a construir el socialismo del siglo XXI.
Sergiobriceno@yahoo.com
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